
Crear estabilidad para los jóvenes necesitados
Al abordar el trauma de la vivienda insegura e insegura, nuestros servicios residenciales crean un lugar seguro donde los jóvenes pueden trabajar hacia la autosuficiencia y la independencia, participar en una comunidad sana y productiva, y dar pasos hacia el crecimiento en todas las áreas de la vida. Los Servicios Residenciales en Hanna son considerados, autorizados y abarcadores. Brindamos la estabilidad que los jóvenes necesitan para madurar y convertirse en adultos exitosos e independientes.
Vivir y trabajar juntos
Las viviendas comunitarias crean asociaciones entre los residentes y el personal. Los participantes viven y respiran el apoyo mutuo, a menudo en formas que nunca han experimentado, con beneficios que nunca han imaginado. Apoyándose en los compañeros de piso, trabajando juntos para hacer frente a las responsabilidades domésticas, y esperando la rendición de cuentas de cada uno - nuestros programas desarrollan los comportamientos saludables necesarios para el largo plazo, la independencia sostenida y relaciones positivas.
Los participantes residenciales viven en instalaciones de alojamiento diseñadas específicamente para jóvenes con problemas de conducta. Estas instalaciones grupales son casas de campo y hogares grupales dentro del campus. Cada tipo de residencia tiene varios consejeros juveniles dedicados, 24 horas al día, 7 días a la semana. El personal de las residencias trabaja en turnos de 3 días y medio, durmiendo dentro de la residencia asignada, con los estudiantes.
Además de servir como modelos, nuestros consejeros juveniles ayudan a cada joven a desarrollar comportamientos socialmente apropiados - modales, higiene, colaboración - así como una variedad de habilidades para la vida, incluyendo cocinar, presupuestar, encontrar empleo y prepararse para la vida lejos de un entorno protegido.
Soporte completo
La inseguridad en la vivienda es una amenaza real para el desarrollo emocional y social de los jóvenes. Sin la estabilidad de un hogar seguro y protegido, es casi imposible crecer o tener éxito en otros ámbitos de la vida.
Como parte de nuestro compromiso con la atención basada en el trauma, los programas residenciales del Centro Hanna se desarrollan en torno a los jóvenes a los que atendemos, desde el apoyo a sus objetivos educativos hasta el desarrollo de habilidades sociales y cooperativas o la obtención de una vivienda permanente. Desde nuestro programa heredado, que aloja a los estudiantes en casas de grupo y cabañas comunales donde tienen espacio para vivir y crecer juntos, hasta los nuevos programas que abordan los retos de vivienda para los jóvenes mayores que han participado en el cuidado de crianza, nuestros servicios de apoyo consistentes y de alta calidad se adaptan a las necesidades de los participantes individuales, asegurando la mejor oportunidad para obtener resultados positivos.
También se anima a los participantes residenciales a que aprovechen la terapia individual, familiar y de grupo, la rehabilitación individual y de grupo, la gestión clínica integral de casos y el apoyo a la medicación.
Asistencia y cuidados
El personal de las residencias procede de los campos del trabajo social, la educación y la clínica, y aporta su experiencia y su visión del mundo real al trabajo con los participantes en todos nuestros programas.
Específicamente para jóvenes de entre 16 y 18 años, el Programa de Colocación en Viviendas de Transición atiende a aquellos que se encuentran en proceso de transición fuera del sistema de acogida.
Más información sobre THPPEl Programa de Viviendas de Transición para Personas No Menores Dependientes amplía el apoyo en materia de vivienda y servicios a jóvenes de 18 a 21 años que han abandonado el sistema de acogida y necesitan apoyo adicional en su transición a una vida independiente.
Más información sobre THP NMD